Ultima actualización: 08 agosto 2015

Literatura erótica & sado: Doña Juana, Juanita y Juanón, de Víctor Ripalda

Como continuación de las entradas que he dedicado a Joan Sanxo Farrerons y sus alters Laura Brunet y Víctor Ripalda, reproduzco a continuación una parte del comentario que dediqué a Doña Juana, Juanita y Juanón, de Víctor Ripalda, en el artículo sobre el sadomasoquismo en la literatura erótica española de principios del siglo XX publicado en el número 25 de Cuadernos de BDSM (haz clic aquí mismo para descargarte este artículo)

Seguirán otras entradas sobre el mismo tema.

Referencia del libro:
Víctor RIPALDA (seudónimo de Joan Sanxo Farrerons): Doña Juana, Juanita y Juanón. s.l. s.d. [hacia 1930] [colección Biblioteca Fauno]. Ilustraciones de Prim.

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Doña Juana, Juanita y Juanón es una novela erótica de de Víctor Ripalda, publicada hacia 1930, que contiene una larga retahíla de episodios sexuales y una proporción bastante elevada de prácticas sexuales alternativas, incluyendo algunas relacionadas con el sadomasoquismo.

Doña Juana, Juanita y Juanón es una pieza descarada e intencionadamente pornográfica, sin otra pretensión que exaltar jocosamente el disfrute de la sexualidad, entrando en detalles y ofreciendo un vocabulario erótico que sobresale por su riqueza. Otro factor que corrobora la importancia de J. Sanxo dentro de nuestra literatura erótica.

Doña Juana, Juanita y Juanón es una novela escrita con gracia, sin tapujos y sin final con moraleja, a diferencia de muchas otras novelas eróticas españolas de la misma época. La protagonista principal es Juanita, una muchacha joven, de carácter fuerte, y ávida de experiencias que en un momento dado afirma clara y directamente “a mí me gustan las barbaridades” (p. 15). Entre estas se cuentan varios juegos en un establo y, finalmente, el más completo desmadre: “y ya desde aquel día Juanita no cesó un momento en el camino del placer. Mozos, chófers, amigos, novios. Nadie llamaba inútilmente a las puertas de la dicha sin ver colmados sus deseos. Y cuando no eran ellos los que llamaban, entonces era Juanita la que se decidía y si el nuevo flirt le gustaba se levantaba sencillamente las faldas y abría las puertas de par en par para que fuera pasando el nuevo huésped” (p. 75-76).

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Más adelante, ya madura y convertida en Doña Juana, se instala en una ciudad de provincias donde monta un burdel en un antiguo castillo. Allí cuenta con la colaboración de Ramoneta, la “Panderos” y Juanón, una especie de Quasimodo extraordinariamente bien dotado: “deseosa de saber de una vez cómo y cuando acababa “aquello”, hizo descender las mallas hasta las rodillas y hubo de extrangular un grito de estupor al ver ante sus ojos la terrible tranca de Juanón que, sin muestra de excitación alguna, pendía entre sus muslos y se balanceaba como el badajo de una campana. En su vida había visto Doña Juana cosa parecida. Casi se asustó” (p. 107).

Doña Juana, que desde el principio es definida como una mujer de carácter dominante trata a Juanón como a su esclavo sexual. Le asigna el rol de perro, lo tiene encadenado y lo azota a menudo con el látigo.

“Vas a ser mi chucho –continuó la señora- y no me has de abandonar un solo momento… Doña Juana tomó un dulce y se lo echó exactamente como si lo echara a un perro. Juanón, persuadido ya de su papel, dejóse caer de bruces contra el pavimento y tomó el dulce con la boca” (p. 100).

“Muy bien, chucho, muy bien –aprobó ella dándole unos golpecitos en la mejilla. –Veo que sabes cumplir exactamente mis órdenes” (p.141).

“Juanón daba enormes tirones a la cadena que le tenía sujeto como un perro” (p. 163).

“Doña Juana apartó con un pie al lisiado, tomó el látigo de manos de la “Panderos”, púsose en pie y ordenó al idiota:
-¡Pasa a la bodega!
Los ojos de Juanón llenáronse de temor al escucharla y echándose de bruces comenzó a besar los pies de su ama” (p. 193).

Los preparativos de una representación de Don Juan Tenorio que se llevan a cabo en el burdel de Doña Juana propician un gran número de juegos sexuales. Paralelamente, Juanón da pie a varios juegos de tipo sadomasoquista. De hecho, todo el tramo final de esta novela describe una sesión en la que Juana actúa como Ama dominante, Ramoneta y la “Panderos” como sus doncellas y Juanón como sumiso.

WhipMaster


Continuará…

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